Como verán, parece que mi dieta son panes y cupcakes... pero no. Por suerte, hay otros ingredientes en mis comidas. A su debido tiempo irán apareciendo por el blog. Por ahora quiero presentarles estas tortitas de chocolate que tiene alto impacto visual. Las copié de por ahí, no me acuerdo. Pero si el autor o autora pasan y leen, avisen. Me gustó mucho su creación, ¡gracias!
Estos son los ingredientes para 15 minis:
100 de azúcar
120 g de harina 0000 o de repostería
150 cm3 de leche
1 huevo
50 g de manteca blanda
80 g de chocolate derretido
1 cucharada de cacao amargo
esencia de vainilla
1/4 cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo de hornear (polvo Royal, Baking powder)
Ganache
50 % de crema de leche
50 % de chocolate cobertura en trocitos pequeños
Así se hacen
Se tamizan todos los ingredientes secos (harina, polvo de hornear, cacao amargo) para airearlos, sacarles los grumos y, de paso, mezclarlos.
Se bate la manteca blanda con el azúcar y la sal hasta que quede casi blanca, se agrega el huevo y se sigue batiendo bien. De a poco, mezclamos la harina intercalando con la leche y cuidando que no queden grumos.
Ponemos por cucharadas o con manga pastelera en los pirotines hasta un poco más de la mitad y cocinamos en horno moderado (180 ºC) hasta que estén cocidos o que pinchando uno con un palillo o la punta de un cuchillo salga seco. Mas o menos 15 minutos.
Dejamos enfriar sobre rejilla.
Cuando estén bien fríos los pasamos por ganache tibia para que quede bien pareja y les pegamos lo que vamos a usar para decorarlos.
En este caso usé avellanas caramelizadas.
La ganache se hace así: Se calienta la crema hasta casi ebullición y se retira del fuego. Se le agrega el chocolate y se deja que se derrita bien. Se bate con una cuchara o batidor para mezclar bien y ya se puede usar.
Si vamos a usarla para dar altura con manga, se deja en reposo bien tapada en heladera 24 horas y después se bate con batidor hasta lograr el punto deseado.
Las avellanas se hacen así: Se realiza un caramelo con azúcar hasta que quede bien dorado, luego se pinchan con un escarbadientes cada avellana y se pasa cada una por el caramelo. Se pinchan en un telgopor o, como hice yo, en una esponja de esas que se ponen en los floreros, y dejamos que el caramelo se enfríe colgando, entonces se estira.
La presentación es super original y muuuyyyy fácil de hacer.
Hay que tener en cuenta: si el día es húmedo, ¡chau decorado!
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