domingo, 17 de agosto de 2014

Torta de zanahorias

Recién caigo en la cuenta que actualizo el blog una vez al mes... Esta receta va para mis compañeros de trabajo en la escuela. Los pobres están probando las que se me ocurren y en este caso ¡me pidieron la receta! ya les van a salir las orejas de conejo de tanta zanahoria que les hago comer jaja



Y como estoy un poco enfermita y el resfrío no me deja salir a disfrutar del aire libre... bueno, me decidí a escribir la receta. Es un paso intermedio entre un invento y una receta que ví en un blog de vaya a saber quien, pero me gustó mucho y la modifiqué, como tiene que ser.. 


La copio tal cual la hice porque quedó muy suave y esponjosa y, si alguna vez la repito, la corto al medio, mojo las capas con algún licorcito que sepa a naranjas y le pongo esa deliciosa crema al medio. ¡Ojalá que me acuerde!

Los ingredientes
para un molde de 22 cm de diámetro por 5 de alto
(sale bien llenito)

Para la torta

harina leudante  250 g
azúcar blanco   175 g
huevos 3 (separado las claras de las yemas)
150 g de zanahoria rallada (si hace juguito, lo juntamos para usar)
jugo de medio limón
pizca de sal
jengibre fresco rallado   1 cucharadita
cáscaras confitadas de naranjas   100 g

Para la cobertura

queso blanco entero   2 cucharadas generosas
crema de leche   2 cucharadas generosas
azúcar impalpable   150 g
puede ser aromatizado con ralladura de naranjas pero yo le puse esencia de vainilla


Así se hace

Antes que nada, vamos a pesar todos los ingredientes y separamos las claras de las yemas, rallamos las zanahorias, exprimimos el limón, enmantecamos el molde, cortamos las cascaritas en cubitos bien chicos, prendemos el horno a fuego moderado (180° C)... Una vez que tenemos todo preparado sobre la mesada y a la vista, comenzamos con la preparación. 
Batimos las claras a nieve y que queden bien duritas. Yo hice todo con la batidora eléctrica manual, pero perfectamente se puede hacer con el batidor de alambre, eso sí, vas a sacar un poco de músculo.
Después nos dedicamos a batir las yemas con el azúcar hasta que quede una crema con la que podamos escribir sobre ella misma y leamos lo que escribimos. Si esto no sucede, seguimos batiendo y batiendo hasta que podamos escribir y leer. 
Aconsejo batir primero las claras porque si lo hacemos al revés, o sea, primero las yemas, los batidores pueden quedar con algún resto de grasa de las yemas que no veamos y las claras no se van a levantar como deben.
Luego agregamos la zanahoria rallada y los sabores, las cascaritas de naranja y vamos añadiendo harina, claras, harina, claras hasta terminar y después de agregar cada vez mezclamos perfectamente con una espátula y con mucha suavidad para que la torta nos quede bien alta y aireada.
Colocamos la mezcla en la tortera y cocinamos en horno a 180 °C hasta que esté doradita por fuera. Pinchamos un cuchillo de punta fina y si sale bien limpio (puede salir apenitas húmedo) sacamos la torta la desmoldamos sobre una rejilla y la ponemos a enfriar. Mientras se enfría, batimos el queso blanco solo hasta que quede bien cremoso, agregamos el azúcar, la crema y la vainilla o ralladura y seguimos batiendo hasta que la crema haga picos. Cuando la trota esté bien fría, la ponemos en una linda fuente, le colocamos la crema con una cuchara y voilá! Tenemos merienda o desayuno muy nutritivo. 

Yo la decoré con zanahorias que modelé con la pasta de forrar tortas. 




De verdad, vale la pena probarla. ¡Es deliciosa!

¡Hasta la próxima receta!

¡Besos miles!