martes, 17 de diciembre de 2013

Masa philo o filo

¡Hooola mis amigas y amigos del blog! Qué alegría poder escribir este post. Eso quiere decir que todavía estoy andando y se acerca la Navidad. Aunque mi receta de hoy es un básico.
Una anécdota. En Villa María, la ciudad donde vivo, había (ya no está y lo lamento mucho) una casa donde vendía comidas árabes y armenias y obviamente que vendían los deliciosos postres llenos de almíbar como el Backlava y le pregunté a la señora, por pura curiosidad, nomá,s si a la masa philo la hacía ellos y me respondió "Nooooooo, la compramos porque es casi imposible de hacer". A mi me pareció que era un poco más sencillo que "imposible" y me puse a investigar. 
Una masa deliciosa que es muy versátil y se puede utilizar con mucha variedad de rellenos tanto dulces como salados.
Yo hice tres versiones, una salada, una agridulce y una dulce. La salada es de espinacas, ricota y nueces que se come bastante calentita; la agridulce era un paquetito de queso cammembert con confitura de arándanos y nueces, y la tercera, jaja ahora me doy cuenta, ¡también llevaba nueces! eran unos ministrudel, por supuesto que además de las nueces, llevaba manzanas y pasas.

Pero vamos a la receta ¡que tenemos paso a paso!!

Es poco trabajosa, en realidad lo que lleva es tiempo. Es tan fácil que apenas terminen de leerla, se van a poner ¡manos a la obra!!

Ingredientes:

Harina (la que tengas en tu alacena 000 o 0000)                 500 g
agua tibia                                                                              240 g
clara de huevo                                                                       1 unidad
vinagre blanco                                                                       1 cucharada
aceite (mejor de oliva extra virgen)                                         1 cucharada
sal fina                                                                                   1 cucharada

mucho almidón de maíz para estirar, maicena, bah!

Así la hacemos:

Primero hacemos una corona (en un bol o en la mesada) con la harina y colocamos la clara, el aceite, el vinagre y la sal en el hueco. Incorporamos de a poco el agua.


Comenzamos a mezclar para hacer la masa.


A este procedimiento lo hacemos desde el centro hacia los bordes, para no romper la pared del volcán y que no se nos derramen los líquidos.


 
Formamos una masa que va a quedar muy tierna. A mi me llevó 240 g de agua. A eso hay que ir midiéndolo, ya que las harinas absorben agua de acuerdo a su calidad.



Amasamos hasta realizar una masa muy tierna y que no se pegue en las manos y quede bien, pero bien lisita como si fuera de porcelana, como unos diez minutos.


El agua tibia y el amasado prolongado hace que se desarrolle mejor el gluten que es lo que hace que la masa se pueda estirar tan finita. 
Después la dejamos descansar media hora en un lugar tibio (como si fuera a levar), esto hace que la masa se relaje y sea fácil estirarla.
Luego hacemos un rollo (o chorizo) y cortamos 12 partes iguales,


Yo las pesé una por una. Hacemos con cada trozo un bollito perfecto y lo dejamos reposar bien tapado con film o plástico para que no se reseque. 


Ponemos mucho almidón en la mesada o encimera y estiramos cada bollito que vamos a ir apilando bien, pero bien empolvado con el almidón. Este es un secreto para que luego puedan separarse perfectamente.



Dejamos que la masa vuelva a relajarse un rato más, unos diez o quince minutos y tomamos la pila completa y estiramos con el palote del grosor que querramos, con cuidado porque la masa está muy tierna y se deja estirar perfectamente. 


Podemos usar inmediatamente o guardar en film y papel manteca (el que usamos para que las preparaciones no se peguen en el molde) y envolvemos con plástico. Todo esto es para que no se reseque. Se puede conservar hasta tres días en la heladera. 


Antes de usar, la estiramos sobre la mesada y cortamos con cuchillo del tamaño y forma deseada.

Y eso es todo.. 
Pronto pondré las receta.


¡Feliz cumpleaños nuestro querido Papa, Jorge Bergoglio! Que es Señor te siga iluminando para llevarnos por el camino del bien. 
¡Te queremos y siempre oramos por vos!!

Besos y ¡hasta la próxima receta!
Que Dios los bendiga