¡Trufas a montones!

Son una delicia por donde se las mire... y taaan fáciles de hacer. A estas trufas las copié del diario La Nación, en la Revista y son originalmente hechas por el gran maestro Osvaldo Gross. Lo único que me pareció que tenían mucha manteca y les saqué un poquito así no hacían tanto mal.

Las hice a pedido de mi hermana para el bautismo de Federico, mi nuevo sobrino muy  hemooosho. Hice 4 variedades de trufas, las que iré publicando de a poco y no sobró nada. A mi sobri Candela parece que le gustaron mucho.. jajaja se las comió casi todas!!

Estos son los ingredientes que usé

50 g de crema

1 cucharada de café instantáneo

30 g de fondant

Esto se pone a hervir en una ollita hasta que rompa el hervor y se retira del fuego. Mientras tanto se tienen 

100 g de chocolate semiamargo bien picadito y

50 g de manteca cortada en trocitos chicos

Se agregan estos ingredientes y se mezcla bien para que no queden grumos. Si al chocolate y a la manteca los dejamos en trozos grandes, no alcanzan a derretirse cuando la mezcla se enfría.

Dejamos esta deliciosa crema reposando en la heladera bien tapadita con un film. Yo la dejé de un día para el otro.

Cuando nos decidimos a terminarlas, con una cuchara hacemos bolitas del tamaño de una avellana o un poco más grande y las dejamos sobre un plato en el freezer o congelador para que se pongan bien duras. Mientras, fundimos 

250 g de chocolate semiamargo

y pasamos cada bolita por él con  mucho cuidado porque se derriten y nos arruinan el chocolate. Se pueden bañar dos veces para que queden perfectas. En la receta original decía que había que pasarlas por cacao amargo, pero a mi me pareció mejor hacerle un dibujo con chocolate blanco. Las dejé secar muy bien y las puse en pirotines pequeñitos para que se lucieran. 

Y ñaaaamm...

Así quedan por dentro