Tengo una curiosidad. Blogger, en las estadísticas, muestra el público que visita al blog y me intriga mucho que hay visitante/s de ¡Rusia!. Hace un tiempo que todas las semanas veo a Rusia pintada de verde, que es el color que marca a los países de donde son los visitantes. También los hay de toda América Latina, Estados Unidos y Europa, especialmente España y Alemania. ¡Gracias visitantes anónim@s y bienvenidos!. Y gracias a tod@s los que pasan por acá y más gracias todavía a quienes se toman un tiempito y dejan su comentario. Espero que mis experimentos en la cocina les sean útiles. A mi me hace muy feliz saber que estuvieron por acá, que es como por mi casa.
Siguiendo con la dieta, la necesidad de comer -pero no comprar- panes y como me gusta probar recetas nuevas, salió este pan negro.
No le tenía mucha fe porque era una prueba, pero salió un lindo pancito de medio kilo que cociné en un molde de budín inglés. Tuve un problema: se apagó el horno apenas lo puse.. Pero está super comible, tanto que recién termino de comerme unos sanguchitos (como decimos por acá) muy ricos y sanos. Viva la dieta!! :@
Con estos ingredientes lo hice:
180 g de harina 000
60 g de salvado de trigo
150 cm3 de agua
50 g de manteca
5 g de sal
4 g de levadura de sobre (medio sobre) + 3 cucharadas de agua tibia
1 cucharadita + 1 cucharada de azúcar
Así lo hice:
Puse a remojar el salvado en la totalidad del agua. Lo dejé casi una hora para que se hidrate y se ablande. Así es mejor.
Hice el fermento (levadura + una cucharada de harina + cucharadita de azúcar).
Mezclé el salvado con la harina, la manteca, la sal y la cucharada de azúcar y agregué la levadura fermentada. Mezcle y amasé todo junto durante 10 minutos (si, con mis manos durante 10 minutos) y dejé leudar en un bol bien tapado con plástico (una bolsa de polietileno cortada por la mitad, ¿no dicen que hay que reusar todo ahora?) y un repasador. Como ya era muy tarde y tenía muuuuuuucho sueño, lo guardé en la heladera. Como la manteca se endurece y a las levaduras no les gusta mucho el frío, se produce una fermentación lenta espectacular. A la mañana, cuando me levanté, la masa había duplicado su volumen y el bollito estaba hermoso.
Lo puse sobre la mesada con un poco, poquísimo de harina, lo desgasifiqué, lo estiré y le dí forma rectangular. Lo enrollé bien ajustado del tamaño del molde, lo acomodé bien cómodo en su cunita enmantecada y con papel manteca (de cocina) y lo dejé leudar a temperatura ambiente. Mi cocina es cálida casi todo el año aunque en invierno tengo que ayudar con el horno prendido para acelerar los tiempos de leudado. Cuando llegó al borde del molde lo puse en el horno precalentado y con una fuente con agua hirviendo por debajo. A los 5 minutos ¡¡¡se apagó el horno!!!! pero creo que no pasó nada.. enseguida lo volví a encender y el pobre pan se cocinó bien. Me imaginaba que iba a salir uno de esos de las fotos de las panaderías, que salen por arriba del molde... pero mi pobre pan quedó ahí nomás... Pero muy sabroso y listo para poner la mantequita1
Gracias por estar ahí!!
Besos y hasta el próximo post!!
Aquí una servidora te visita desde España, más concretamente del sur! Andalucía! :)
ResponderEliminarLa verdad es que a veces sorprenden las visitas!
El pan te ha quedado fantástico!
Un beso!
Jajaa!! siiii, cuando no están, extraño tus comentarios!! te declaro mi comentadora oficial!!!! jajajaja
ResponderEliminarbesosss