sábado, 7 de marzo de 2015

Peras, roquefort y rúcula para homenajear a ellas

8 de marzo, día de la Mujer. Hoy voy a homenajear a todas las mujeres de mi vida. A mi mamá, a mi abuela y mi tía. A mi hermana que me hizo tía, a mis sobrinas que son mis soles. A mi cuñada, a mis hermanas de la vida que están lejos o con poco tiempo, a mis primas. A mis amigas y compañeras de estudio y de trabajo, a mis maestras, a mis profesoras, doctoras, religiosas, a las chicas que escriben sobre cocina en internet... todas las que ayudaron a crearme, a ser quien soy. A todas las mujeres que día a día se levantan y luchan en la vida y por la vida.

 ¡Feliz día!

Y quiero hacer un párrafo especial por las que están sufriendo la pérdida de todo por el agua, sus casas, sus recuerdos, sus pertenencias, sus estudios médicos... Por ellas una súplica especial. Fuerza y esperanza. 

A todas, que Dios las bendiga mucho

Ahora vamos con esta receta tan fácil de hacer que podemos utilizar como entrada. Tiene pocos ingredientes, pero que en la boca tienen un efecto especial.  Los sabores explotan e inundan el alma. Y lo mejor, ensuciamos casi nada. Acompañada con un vino rosado con burbujitas... el Cielo en la Tierra.
¡Que la disfruten!



Los ingredientes
Para 1 persona

Media pera madura
una cucharada de queso tipo roquefort o azul
hojas de rúcula tierna
sal
aceite AOVE
aceto balsámico
azúcar

Así se hace

Buscamos el mejor plato que tengamos ¡hoy estamos de fiesta! Colocamos unas hojitas de rúcula como colchón y condimentamos con la sal, el aceite de oliva y el aceto. Cortamos la pera por la mitad y le sacamos el centro y las partes que nos son comestibles, la hice sin piel pero si te gusta, dejala. Podemos dejar el cabito para que quede más linda. Calentamos una plancha hasta casi el rojo vivo (no es literal, eh!), espolvoreamos una cucharada de azúcar común sobre la plancha y dejamos que se haga una especie de caramelo, atentti que se quema muy rápido. Colocamos la pera (por la parte de las semillas que ya no tiene) sobre la plancha y la dejamos unos segundos para que tome color y se impregne del caramelo. La retiramos, la recostamos sobre el colchón de rúcula y le ponemos en el hueco una cucharada de queso que previamente habremos pisado con un tenedor para que nos quede una crema. 
Llevamos a la mesa y disfrutamos.

La idea es disfrutar de las texturas y las diferentes temperaturas de los ingredientes. El vinito, por favor, BIEN HELADO.

Podemos utilizar este plato para sorprenderlo a él que seguro está mirando el partido o pendiente de su teléfono...

¡Feliz día, chicas! disfrutemos de la vida y siempre pero siempre respetémonos y hagamos que nos respeten.

Un beso enorme a cada una de las que pasan por este, mi pequeño espacio.

Mónica

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