miércoles, 29 de abril de 2015

Canelones de choclo (maíz)

¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo están? Espero que mañana tengan un gran día de los Trabajadores y lo celebren como corresponde. Para hoy había prometido la tarta de queso y yogur, aunque debería haber escrito sobre locro o empanadas, esas recetas hace rato que están el el blog. Hoy les traigo canelones de choclo blanco con salsa de hongos. Una combinación que me gustó mucho. y como todo, o casi todo lo que sale de mi cocina, fue un mirar y sacar de la alacena y/o heladera. Esta vez había champignones en el freezer, un poco de crema y una lata de choclo (maíz) blanco.
Y como tenía panqueques... Esto es lo que resultó:


Esta receta es auténticamente la de mi mamá. Ella, la que sabe cómo dar amor y calentar el alma cuando hace frío. la que nos esperaba con la sopa o el café con leche calentito cuando llegábamos de estudiar a las medianoche, la que, invariablemente desde hace veinticinco años espera en la vereda que el colectivo "entre al pueblo" para que nosotras (mi hermana y yo) salgamos corriendo para volver a nuestras casas, la que tiene el mate siempre listo si pasamos "un ratito". La comida de mi mamá. Los canelones de choclo con salsa rosa, las albóndigas en salsa con puré o arroz, las verduras rellenas con carne y arroz, los zapallitos rellenos "blancos"... SU sopa. ¡Te amo, mami! Gracias por todas esas pequeñas cosas que hacés para hacernos la vida más fácil. ♥


Mi mamá siempre los hace con "salsa rosa". Yo, con lo que tengo.


Ingredientes
para 8 canelones grandes

8 panqueques
1 cebolla mediana
2 cucharadas de aceite
1 lata de choclo blanco cremoso (se puede usar el amarillo)
2 cucharadas gordas de maicena
1 taza de leche
sal y pimienta y nuez moscada a gusto
queso que se derrita* cortado en bastoncitos

Salsa rosa:

2 cucharadas de aceite
1 taza de tomate triturado
1 taza de crema de leche
1/2 taza de leche
1 diente de ajo machacado
sal y pimienta a gusto
queso rallado a gusto

Salsa de champignones:

1 cebolla cortada en pluma (en medios aros)
2 cucharadas de aceite
1 taza de champignones (crudos o al natural)
1 taza de crema de leche
1/2 taza de leche
sal y pimienta y nuez moscada a gusto
mucho queso rallado a gusto

Así se hacen los canelones:

Picamos la cebolla bien chicquita y la rehogamos en el de aceite hasta que estén transparentes. Agregamos un puñadito de sal para que se cocine mejor. Agregamos el contenido de la lata de choclo y dejamos que se caliente bien, mientras removemos para que no se pegue. 
Diluímos la maicena en un poco de la leche y mezclamos con el resto. Agregamos esta mezcla al choclo y revolvemos hasta que comience a burbujear. Cocinamos un minuto más y retiramos del calor, agregamos la nuez moscada, la pimienta y rectificamos la sal. Ya tenemos el relleno de los canelones. Dejamos enfriar y rellenamos los panqueques, le agregamos una tirita de queso y colocamos en una fuente profunda que vaya al horno y a la mesa previamente bien enmantecada. Cubrimos con la salsa elegida o las mezclamos; por sumar, no hay ningún problema, eh.
Llevamos al horno precalentado a 200 °C o al máximo para que se cliente el conjunto y se gratine la parte superior. Son unos 20 minutos o media hora. 
Llamamos a la familia a comeeeeeerrrr!!


Las salsas:

Rosa:

Echamos el ajo machacado en una ollita y le agregamos el aceite y cocinamos un ratito ¡con cuidado por que se quema fácil! Agregamos el tomate triturado y dejamos que se cocine hasta que se evapore el agua (se concentra). Añadimos la crema y la leche y dejamos cocinar unos minutos. Sazonamos con sal y pimienta recién molida ¡es más aromática!
Repartimos sobre los canelones, le ponemos el queso en abundancia, por favor y llevamos al horno. 

Champis:

Rehogamos la cebolla en el aceite hasta que esté transparente, agregamos los champis y salteamos un ratito. Agregamos la crema y la leche y dejamos que se reduzca un poco. Sazonamos a nuestro gusto con la pimienta, la sal y la nuez moscada. Repartimos sobre los canelones, le ponemos el queso en abundancia, por favor y llevamos al horno. 


Espero que disfruten de esta rica comida con sabor a hogar.

Un beso enorme y

¡Feliz día a todos los trabajadores y trabajadoras!








miércoles, 22 de abril de 2015

Panqueques como los de Doña Petrona






Y... un blog que se precie de presentar recetas, que no tenga la receta de panqueques, no merece llamarse blog de cocina. Y para que eso nunca pase, acá está la receta sacada del libro de Doña Petrona, que, sonrisa mediante, aprendió a cocinar con su mamá quien le decía que aprendiera para "atraer a los hombres". No sé si a ella le funcionó pero a mi no. Punto. 
Para mí ese postulado es un mito. Ese paradigma de conquista masculina está más lejos que Noruega; o si quieren, un poco más lejos como Alfa Centauro, el sistema estelar más cercano al Sol. Por más cercano que esté, por ahora es inalcanzable... 
Dejemos las pavadas y vamos a lo que vinimos: escribir la receta de los panqueques

Ingredientes
para 18 panqueques de 18 cm de diámetro

2 huevos

220 gr de harina * (2 tazas tamaño té)
500 cc de leche
una cucharada de aceite neutro
pizca de sal

Preparamos todos los ingredientes sobre la mesada y vamos colocando en una licuadora los liquidos, los huevos la harina y la sal. Licuamos hasta que se produzca una pasta espesa. Llevamos a la heladera por lo menos por media hora o más para que se hidrate la harina. 
Cuando pasó ese tiempo, retiramos la pasta de la heladera, llevamos la panquequera al fuego y cuando esté caliente CON MUCHO CUIDADO la enmantecamos (uso papel de cocina doblado en varias partes para pasar la manteca a la sarten caliente) y vertemos una porción del licuado sobre la sarten. Distribuimos rápidamente para que se nos forme el panqueque y cocinamos de un lado. Cuando se empieza a despegar por los bordes, ayudamos con una pequeña espátula y retiramos el disco, lo damos vuelta y los cocinamos unos segundos hasta que esté bien despegado. Lo retiramos y colocamos en un plato. Tener en cuenta que el primero puede salir pegado o feo. Así vamos haciendo toooda la pasta y apilando. De esta manera se mantienen calentitos y flexibles. No hace falta volver a enmantecar la sartén. 
Si no los vamos a usar en el momento, los podemos freezar bien envueltos en papel film. Duran unos tres o cuatro meses. Más no llegué a investigar... 

Si no tenemos licuadora, colocamos en un bol los huevos y batimos bien, agregamos la harina, batimos. Añadimos la mitad de la leche, mezclamos perfectamente. Agregamos el resto de harina y de leche y batimos muy bien. Mejor con batidor de alambre. Tapamos el bol y lo llevamos a la heladera. 

* A esta masa la podemos hacer con harina 000, 0000 o integral. Con cualquiera quedan muy bien. A mi me gustan mucho de harina integral.


Son neutros, así que podemos usarlos para presentar un postre, para rellenarlos de dulce de leche, para hacer los famosos Creps Suzette o canelones o lasagnas o los paquetitos de calabaza.

¡Y eso es todo amigos!
Espero que se inspiren y cocinen rico.

¡¡Besos!!


jueves, 16 de abril de 2015

Torta de calabaza y avena para el desayuno

Y nunca tan bien usada la frase. 


A esta torta, en proporciones mucho mayores, la hicimos en la escuela para que nuestros casi doscientos alumnos la probaran. Está supertesteada y les puedo asegurar: ¡NINGUNO SE DIO CUENTA! Así que, señoras, pueden hacerla para sus niños, que si no ven los ingredientes, JAMÁS se darán cuenta que les dieron zapallo y avena.

Las cocineras

la torta lista para salir al ruedo

Los "desayunadores"
Les cuento un poco más: en la escuela estamos trabajando con proyectos sobre Prevención. ¿Y qué queremos prevenir? Enfermedades como la diabetes infantil, la obesidad, las adicciones, los accidentes de tránsito y todos los etcéteras que quieran. Estamos decididos a que nuestros alumnos y sus familias tengan toda la información necesaria para una excelente calidad de vida. 
El año pasado surgió la necesidad de trabajar con la nutricionista del centro de salud del pueblo sobre la importancia de una buena alimentación, el consumo de productos saludables, desayunar antes de ir a la escuela entre otros temas nutricionales que podrían interesarle a los adolescentes. María Inés, nuestra Nutricionista, se prendió tanto con la propuesta que este año apostó más fuerte y ella y la Odontóloga presentaron proyectos de "alimentación saludable", además que, con la ayuda de otra María Inés (la enfermera) a los chicos les midieron la presión arterial, la altura, el peso y el índice glucémico a principio del año y luego, estos datos serán comparados al final del ciclo lectivo.. veremos que pasa.
El tema es que la directora nos había pedido que trabajáramos con proyectos en los que involucremos a la población, y en qué? Pensamos: todos comemos, algunos mejor que otros.. Y por qué algunos comen mejor que otros? Tal vez porque no tengan la información suficiente... Y a esta servidora, amante de los desafíos (y de la adrenalina de la locura), se le ocurrió la fastuosa idea de mostrar a los alumnos y a sus familia cómo debe ser un desayuno saludable, las porciones, los alimentos que se deber tomar... y, claro... tengo compañeras tan locas como la profe Andrea que dijo que le parecía una idea buenísima.. Y así terminamos, todos desayunando café con leche,  yogur, frutas, cereales y esta riquísima torta de calabaza, de la cual no sobraron ni las migas y eso que había ¡¡dos bandejas inmensas!! Y eso no fue todo, hubo una charla de la Odontóloga Valeria Vazquez que nos habló de cómo tener una hermosa sonrisa, la Lic. en Nutrición habló sobre la importancia del desayuno y las consecuencias de no consumirlo, los chicos de sexto año con la teacher nos tradujeron un video de la Eufic que habla del gasto energético, a mi me tocó hacer la torta de mandarinas que pueden copiar de acá, en vivo jaja ¡Me sentía en Utilísima! Y la profe de educación física preparó a algunas alumnas para que nos dieran una clase de gimnasia aeróbica, porque el cuerpo también necesita del movimiento. 
¡Ah! Y lo que les decía, que los niños y niñas no adivinaron de qué era la torta porque tenían que escribir en un papel cuáles eran los ingredientes sorpresa y un solo alumno dice que lo escribió pero ¿quienes adivinaron? ¡LAS MAMÁS! ¿Quién, si no? Unas genias totales. Se ganaron la torta de mandarinas que hice en vivo.. 
Todos pidieron la receta de la torta de calabaza y avena, así que, con ustedes chan chan chan chaaaan...


Los ingredientes:
para un molde redondo de 22 cm de diámetro

Calabaza dulce cocida en el horno o el microondas 250 g
azúcar 200 g
aceite 100 g
huevos 2
harina leudante 250 g
avena arrollada 60 g
leche 1/2 taza
esencia de vainilla 1 cucharada
azúcar extra

O en tazas (de capacidad 200 ml) para que todos puedan hacerla

Calabaza cocida 250 no medí en tazas :(
azúcar 1 taza llena
harina 2 tazas bien llenas
aceite 2 pocillos de café de los chiquitos 
huevos 2
harina leudante 2 tazas bien llenas
avena arrollada 1 taza
leche 1/2 taza
esencia de vainilla 1 cucharada
azúcar extra

Así se hace:

Prendemos el horno y lo calentamos a 180 °C. Batimos el aceite y el azúcar con una batidora eléctrica por unos 5 minutos, agregamos los huevos de a uno y batimos muy bien antes de agregar el siguiente, seguimos batiendo. Se nos va a formar una crema parecida a la mayonesa, pero dulce. Retiramos el bol de la batidora y agregamos la calabaza hecha puré y mezclamos muy bien, la avena y la harina intercalando con la leche a temperatura ambiente. 
Enmantecamos y enharinamos perfectamente un molde redondo de 22 cm de diámetro.
Colocamos la masa obtenida en el molde, alisamos con una cuchara y le espolvoreamos una fina capa de azúcar en la superficie. Esto le da una capita crocante una vez cocida. Colocamos en el horno y en aproximadamente 40 - 45 minutos podremos disfrutar de una torta riquísima y con ingredientes bastante sanos. Nos damos cuenta qué está cocida porque al clavarle un palito de brochette o un cuchillo fino (uso uno con la hoja que es una sierrita, muy común en las casas de la Argentina, cuya marca es brasilera) debe salir limpio.


Si omití algo, pido disculpas. Hoy tengo el cerebro inundado de oxitocina.. sabrán entender... ;)

¡Hasta la próxima receta!

Besos, besos y más besos!


Mónica

jueves, 9 de abril de 2015

Tarte à l'oignon. Reciclada.

Me encanta hablar en francés. Me encanta hablarme en francés. Pero me imagino que solo yo entenderé qué digo. Je suis heureux de parler français et je suis heureux de faire le repas. No sé si estará bien escrito y don traductor de Google por ahí no dice lo que yo quiero; porque me gusta hablar, pero me cuesta escribir. Mais, je vais visiter Paris... un jour. ¡Espero que Marisa no se agarre tanto la cabeza con mi escritura!! ;)



Por ahora me conformo con comer esta rica tarta con elementos reciclados y colgarla en el Reto de Marisa y Rosalía: "Reciclando sabores".

Reciclando Sabores


Es ideal para comer tibia, acompañada de una ensalada fresca.


Y resultó ser que de una tarta común que pensaba almorzar, salió esta fotogénica hermosura.

La cosa es así: en la heladera había poco y tampoco habían ganas de salir. A veces, ¡menos es más!

Los ingredientes 
Para un molde de 10 x 30 cm

un trozo de hojaldre
2 cebollas medianas
1 huevo
1 pocillo de leche
1 cucharadita de fécula de maíz (maicena)
1 cucharada de mostaza a la antigua
1 cucharada de queso azul (Roquefort)
1 cucharada de mezcla de hierbas secas
sal y pimienta a gusto

Así se hace

Estiramos la masa y forramos la tartera. la colocamos en la parte más fría de la heladera y la dejamos hasta que terminemos de cocinar la cebolla y se enfríe un poco.
Cortamos la cebolla en pluma, o sea, por la mitad y después en medias esferas y la ponemos a cocinar en una sartén con apenas un poquito de aceite al fuego muuuyyy bajito. Le agregamos un poco de sal y la dejamos ahí, hasta que se caramelice y quede doradita.
La retiramos del fuego y la dejamos enfriar. Mientras, desmenuzamos muy bien el queso, batimos el queso con la leche, el huevo, media cucharada de mostaza, las especias y la pimienta. 
Una vez que la cebolla está fría, pintamos la base de la masa con el resto de mostaza. Desparramamos la cebolla y vertemos el batido de leche, huevos y etcéteras. 
    

Colocamos las tiras, pintamos con un poquito del batido y llevamos a horno fuerte (250 °C) es la mejor manera que encontré de cocinar el hojaldre. Una vez dorado el conjunto, retiramos, desmoldamos en una fuente, dejamos entibiar y servimos.

La acompañé con repollo colorado (col lombarda) aliñado con miel, aceto balsámico, sal marina y aceite de oliva. Una buena compañía.


Chicas, espero les guste y les sirva. ¡¡Les mando un beso enorme!!


Mónica

jueves, 2 de abril de 2015

Cocinar con amor. Muffins de doble chocolate.

Encontré este cartelito en Facebook y lo colgué en mi muro.


Tuvo muchos "me gusta". Creo que todos mis amigos están de acuerdo.
Y es lo que me define, creo yo. La cocina con amor. Es muy difícil que haga alguna comida enojada o de mala gana. Cocinar me relaja, me equilibra, me devuelve el amor por la vida. Aunque empiece a cocinar empacada, la comida me gana y termino enamorándome, aunque sea de un puré.


El alimento, todos sabemos, es una necesidad básica. Y es tan básico que sin aire, sin agua y sin alimento no hay quien sobreviva. Pero a lo que voy ¿es solamente dar alimento? o ¿dar alimento es dar amor? Entonces se me cruzan muchas ideas, por ejemplo una mamá amamantando a su bebé; se me cruza también que una vez leí que en China las bebas abandonadas en los orfanatos se mueren de pena, si, literalmente de pena porque solo les dan alimento. Se me cruza mi mamá cuando venía del trabajo corriendo para darnos el almuerzo o cuando pensaba la comida y la hacía la noche anterior. O cuando nos hace ese plato especial porque es el cumpleaños de alguno de nosotros, o sentir el olor de SU sopa, porque no hay otra igual. Eso, para mí, es dar amor. Y tanto lo sorbí y lo comí que ahora necesito darlo.
Y... esta historia no sé a que viene, algo me hace ruido adentro, La Pascua, mi propia pascua, la frase y estos muffins tan pensados y elegidos con tanto cariño. Que primero iban a ser unos que tengo en el blog tuneados con un gran copete de dulce de leche, que no... no, no. Algo más sencillo pero igual de rico. ¿Cuáles? ¿De dónde los saco? Me los imaginaba de sabor intenso, untuosos, con algunas chispas de algo crocante. No se... algo especial. Único. Tenían una misión, debían llegar a algún lugar más allá del estómago. Y quedarse por ahí, dando vueltas. Y era importante que así fuera, aunque las fotos no les hagan justicia (fueron sacadas de apuro antes de que se los llevaran).


A la receta original ya le perdí el árbol genealógico, pero cuando andaba buscando uno buenos muffins, ellos me llamaban desde el blog de Silvia de Mi dulce tentación y me convencieron con el buttermilk, que aunque acá ni sabemos qué es, las masas quedan super suaves como una caricia, como si comiéramos terciopelo. Eso. Como una caricia para el alma de quien la tiene hecha jirones pero está empezando a remendarla. Y eso era lo que yo quería. Esa sensación. Porque la comida también son sensaciones ¿no?

Hice la mitad de la receta original y me salieron 9 supermuffins superdeliciosos de chocolate

Estos son los ingredientes
(Y esta vez los hice tal cual!)

50 g de manteca
90 g de chocolate semi amargo en trozos
60 g de chips de chocolate negro
160 g de harina 0000
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de esencia de vainilla
60 g de azúcar
1 huevo
90 g de leche
1 cucharada de vinagre blanco
1 pizca de sal
algunas minilentejas de chocolate de colores

Así se hacen:

Primero hacemos el buttermilk que no es ni más ni menos que la leche con el vinagre, reposados por 10 minutos. Así: ponemos la leche en una taza, le agregamos el vinagre o limón, removemos y listo! dejamos reposar el tiempo indicado y usamos. Eso le da un poquito de consistencia y para mí, hace magia.
Derretimos la manteca con el chocolate en el microondas. A esta mezcla le añadimos el azúcar y batimos con un batidor de mano hasta que el azúcar se funda. Yo no lo hice taanto. Incorporamos el huevo y batimos muy bien. Mezclamos la harina con la sal y los polvitos mágicos, vendrían a ser el polvo de hornear y el bicarbonato y vamos incorporando esta mezcla intercalando con la leche. Mezclamos muy bien y agregamos los chips de chocolate. Volvemos a mezclar. Colocamos la mezcla en los pirotines que ya teníamos preparados, esparcimos unas cuantas lentejas de chocolate de colores variados en la superficie y llevamos a horno a 180 °C por 25 minutos más o menos. O hasta que al pinchar con un  cuchillito o un palito de brochette, éste salga limpio.
Retiramos del horno y enfriamos en rejilla.
Si hay una próxima vez, les voy a poner una cucharada de cacao amargo para acentuar aún más el sabor del chocolate.


Mi estimada Silvia, quiero contarte que cada receta que he copiado de tu blog me ha sabido a Cielo y esta no fue la excepción.

Que la Pascua de cada uno de los que leen mis ocurrencias pase por sus corazones y sepa a Cielo.




Si te gustó esta receta o esta historia y tenés ganas, dejame un comentario. ¡Me encanta saber de vos! Qiuén sos, qué buscabas, de dónde sos...